Se entiende por dieta sana toda aquella ingesta de alimentos que ayude al organismo a mantener su pleno funcionamiento, lo que equivale a una buena salud y mucha energía. Sin embargo, lo que pensaríamos que es un proceso automático producto de la cultura, no siempre es así, ya que en muchos países el consumo de calorías negativas es masivo, lo que es igual a la mala salud.
No obstante, adquirir el buen hábito de una dieta sana no es complicado y mucho menos imposible. Para lograrlo, lo que se debe hacer es entender que la base de una provechosa alimentación estará plenamente ligada con el funcionamiento de nuestro cuerpo. Entonces, la ingesta de alimentos de origen vegetal, ricos en fibras, bajos en grasa y pocos calóricos, son las primicias de esta dieta.
Tabla de contenido
Lo que debes tener en cuenta con la dieta sana
En este plan nutricional es sumamente relevante el balance para lograr el objetivo que buscamos. Entonces, lo aconsejable es comer al menos dos raciones de verduras diarias. En cuanto a esto, puede ser una en el almuerzo y otra en la cena, es decir, de 2 a 3 porciones o piezas de frutas al día. También se deben consumir de 2 a 3 raciones de alimentos proteicos (carne, pescado y huevos). Por otra parte, deberás agregar cereales, pasta, arroz, pan integral o legumbres. En relación a los azúcares, como es el caso de las bebidas gaseosas, dulces, pasteles y alimentos procesados, es recomendable eliminarlos.
También es importante que el consumo de los comestibles ocurra de manera más frecuente; pueden ser 5-6 comidas diarias. Esto se desglosaría así: desayuno, merienda a media mañana, almuerzo, merienda, cena y algo después de ella. Si te estás preguntando el por qué, resulta que esto favorece el autocontrol de la ingesta, así como el control de la ansiedad. Por otra parte, permite repartir el consumo de calorías a lo largo del día.
Desayunos y cenas: algunas sugerencias
En las mañanas puedes probar con un café con leche descremada y una tostada de pan o, si lo prefieres, un té con leche y kiwi. Si estás muy famélico, un sándwich de tomates con queso puede ser una excelente alternativa. Asimismo, puedes consumir cereal con leche.
Si desayunas y deseas comer algo a media mañana, aquí se recomienda el consumo de yogurt líquido descremado, nueces, frutos secos, frutas o pequeños bocadillos de cereales.
En el caso de la cena, al igual que en el desayuno, esta debe ser ligera, por lo que debería contener verduras crudas o cocinadas, además de alimentos proteicos magros, como carne, pescado o huevo, y una cantidad moderada de alimentos feculentos (pan, pasta, cereales y legumbres).
Para que lo logres visualizar más, puedes comer lo siguiente:
- Puré de calabacín con una merluza, ensalada del vegetal que más te guste y verduras al vapor con un milanesa de pollo o atún.
- En cuanto a ese toque de dulce que tanto provoca, puedes ingerir mandarinas, mangos, melón, plátano, o cualquier otra fruta que te sacie.
Finalmente, la dieta sana es más que un régimen, este se debería transformar en tu estilo de vida.