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Pierde peso naturalmente con la Dieta Ravenna
Si estás buscando una manera rápida de perder peso, una de las mejores maneras de hacerlo es aprendiendo a combinar los alimentos para aprovechar al máximo sus propiedades, equilibrando el consumo de calorías con un buen plan de entrenamiento físico. La Dieta Ravenna es perfecta para aquellos que desean perder peso de manera rápida y efectiva. Con esta dieta puedes perder hasta 300 gramos diariamente, ya que se trata de una dieta estricta de 900 calorías. ¿Estás listo para conocerla?
La Dieta Ravenna
Esta dieta es de 900 calorías y es necesario que, para comenzar a seguirla, tomes algún suplemento de vitaminas que contenga minerales, potasio, magnesio y vitaminas, de manera que ingieras todos los nutrientes necesarios.
Todos los planes alimenticios de la Dieta Ravenna son completamente personalizados, pero hoy te explicaremos de qué se trata. Para empezar debes saber que será necesaria mucha fuerza de voluntad, constancia y, por supuesto, ganas de ponerte en forma y perder de una vez por todos esos kilos de más que pueden poner en riesgo tu salud, ya que es bastante estricta.
La Dieta Ravenna no contiene hidratos de carbono, lo que lleva al organismo a conseguir la energía que necesita de los depósitos de grasa que están almacenados en tu cuerpo. De allí la importancia de que consumas un suplemento vitamínico pues, al suprimir el consumo de hidratos de carbono, el cuerpo tomará la energía necesaria del glucógeno. En este proceso el cuerpo perderá agua y, por tanto, minerales.
La idea detrás de esto es mantener bajos los niveles de insulina en la sangre, lo que significa un bajo nivel de azúcar en la sangre, por lo que el nivel de hambre disminuye a corto plazo, evitándose así los antojos por comidas con harinas o azúcar.
En la Dieta Ravenna son primordiales las proteínas de la leche, por ejemplo, los quesos, las carnes blancas magras, como el pescado y el pollo, y la clara de huevo. En cuanto al consumo de grasas, se recomiendan las grasas poli-insaturadas, el Omega 6 y el Omega 4, provenientes del pescado y también del aceite de oliva.
- Desayuno: Té o alguna infusión con leche descremada y un yogur bajo en grasa.
- Almuerzo: Sopas de vegetales bajas en grasas, vegetales con proteínas (tomate relleno con atún con lechuga, por ejemplo) y gelatina con frutas.
- Merienda: Té o infusión con un poco de leche descremada y unas lonjas de queso bajo en grasa.
- Cena: Sopa, vegetales salteados (como espinacas), pollo a la plancha o al vapor y una manzana al horno con mermelada baja en calorías.
La idea de la Dieta Ravenna es que en los desayunos consumas infusiones con alguna proteína láctea (leche descremada, yogures, quesos magros); para los almuerzos, vegetales combinados con alguna proteína magra y frutas de postre. En las meriendas puedes tomar frutas frescas con alguna infusión; para las cenas vegetales con proteínas y, de postre, frutas.