El hígado es un órgano muy importante para el funcionamiento del organismo. Él no sólo actúa como un filtro para tu sangre, sino que también produce hormonas, almacena energía, y forma compuestos que permiten que el intestino pueda digerir los alimentos. Y estos son sólo algunas de sus muchas funciones esenciales.
Considerando todo esto, es fundamental que mantengamos nuestro hígado lo más saludable posible. Pero la mala alimentación y los malos hábitos pueden causar una mala eficiencia en el funcionamiento de este órgano. Además, existen otros problemas pueden afectarlo. La hepatitis C, por ejemplo, solía ser llamada «epidemia silenciosa», porque muchas de las personas que la tenían no eran conscientes de ello.
Muchas veces, los problemas en el hígado no presentan síntomas y, en el momento en que presentas signos o síntomas de problemas hepáticos, ya sea debido a la hepatitis, enfermedad hepática grasa, o algo más, tu salud puede verse seriamente afectada; como es el caso de la cirrosis.
La cirrosis es un tipo de deterioro grave del hígado. Los pacientes con cirrosis hepática están en riesgo significativo de cáncer de hígado y pueden eventualmente necesitar de un trasplante.
La enfermedad hepática grasa, que muchas veces acompaña a la obesidad, es la causa más común de problemas hepáticos. Algunas estimaciones sugieren que hasta 25 millones de personas tienen la enfermedad hepática grasa. Las diversas formas de hepatitis, así como el consumo excesivo de alcohol, son otras causas comunes de problemas hepáticos.
Beber con moderación, llevar una dieta saludable y hacer mucho ejercicio físico es la mejor defensa contra los problemas hepáticos. También es recomendado hacerse chequeos regulares con tu médico, lo que puede permitir que se detecten marcadores de la sangre de problemas de hígado no reconocidos o inminentes.
Tabla de contenido
Síntomas Y Señales de que tu Hígado Está Enfermo
También hay muchos síntomas comunes asociados con la enfermedad hepática. Si experimentas cualquiera de estos, busca un médico para una evaluación.
1. Dolores Abdominales
Sentir dolor o hinchazón en el cuadrante superior derecho del abdomen es una señal de que tu hígado puede estar mal. El hígado ocupa la mayor parte de la cavidad abdominal y se encuentra en tu lado derecho. Si está dañado o inflamado, es en ese lugar donde sentirás dolor.
2. Ojos O Piel Amarilla (Ictericia)
Cuando tu cuerpo rompe las células sanguíneas viejas, uno de los subproductos creados es un compuesto de color amarillento llamado bilirrubina. Mientras que un hígado sano no tiene problema en eliminar la bilirrubina, un hígado enfermo permite que la bilirrubina se acumule en tu sangre, lo que puede hacer que tu piel y ojos estén amarillos. Esto se conoce como ictericia. Orina oscura y heces blancas son también signos de ictericia.
3. Dolor En Las Articulaciones
Dolores en las articulaciones, como la artritis, náuseas, vómitos, cansancio y pérdida de apetito son todos síntomas relacionados con hepatopatia o hepatitis autoinmune. La hepatitis autoinmune es una condición en la cual el sistema inmunológico ataca por error a las células y los tejidos del hígado, y es más común en mujeres que en hombres.
4. Manchas En La Piel
Si tu hígado no está limpiando tu sangre correctamente, puedes tener problemas de coagulación cerca de la superficie de tu piel. Estos tipos de problemas de coagulación pueden resultar en grandes manchas púrpuras en la piel. Son comunes en el pecho y en el tronco.
5. Confusión
Un hígado enfermo puede permitir que se acumule cobre en la sangre y en el cerebro. Esto puede llevar a una confusión mental. Este tipo de confusión se asocia a la enfermedad hepática en etapa avanzada, lo que significa que es poco probable que sea el primer (o único) síntoma que experimentas si tu hígado está en problemas.
6. Pérdida De Masa Muscular
Un vientre de gran tamaño, un tobillo hinchado junto con brazos y piernas delgados y débiles puede resultar en un desequilibrio de los fluidos, causado por un hígado enfermo. La pérdida de músculo también puede aparecer por encima de tus mejillas. Pero, de nuevo, estos son los síntomas de la enfermedad hepática en etapa tardía, y no es algo que probablemente notarás de repente en un día.